El pasado jueves se presentó el informe sobre el sector inmobiliario español 2020 elaborado por CaixaBank Research con el que colaboramos desde APROVA Promotoras de Valencia. El ‘Informe Sectorial Inmobiliario’ de CaixaBank Research constata que el ritmo de crecimiento del sector se ha reducido en 2019 respecto a los «excelentes registros del año anterior», y señala que de cara a 2020 seguirá evolucionando de forma favorable, aunque el ritmo de avance tanto de precios como de compraventas será más moderado.
La ralentización del sector inmobiliario está siendo algo más pronunciada de lo que se preveía hace unos meses, lo que ha llevado a revisar a la baja las previsiones de crecimiento de los precios de la vivienda y las compraventas en relación con las publicadas en el mismo informe del pasado mes de junio.
Según el documento, dicha desaceleración se ha producido en un contexto en el que las perspectivas de crecimiento de la economía española también se han resentido: del 2,4% al 2,0% en 2019 y del 1,9% al 1,5% en 2020, a la luz de las previsiones de CaixaBank Research, que lo atribuye al impacto del menor crecimiento mundial –especialmente de algunas economías europeas– y la revisión de datos históricos que ha llevado a cabo el INE.
Afirma que, si bien hay motivos para estar alerta, no se observan signos de alarma: «Los factores que explican la desaceleración son principalmente externos», y los factores que sostienen el avance del sector inmobiliario son sólidos, aun y perder algo de intensidad, como documenta el informe.
Los factores que avalan un avance del sector pasan por el crecimiento sostenido del empleo,; la recuperación de los salarios, que crecen ligeramente por encima del 2%, así como unas condiciones financieras favorables.
Si antes del pasado verano se especulaba que el Banco Central Europeo (BCE) podría empezar a subir los tipos de interés en 2020, el empeoramiento del escenario global ha conllevado un giro de 180 grados de la política monetaria, y ha lanzado un nuevo programa de estímulos monetarios con un nuevo recorte del tipo depo hasta el -0,50% y reanudando las compras netas de activos a un ritmo de 20.000 millones de euros mensuales.
Ante esta situación, los autores consideran que todo apunta a que los tipos de interés se mantendrán muy bajos en un periodo prolongado.
Después del fuerte crecimiento experimentado en los últimos años, la demanda de vivienda empieza a estabilizarse, y es que, según los datos del INE basados en el Colegio de Registradores, la compraventa de viviendas retrocedió un 3,3% en 2019, debido en parte al impacto temporal de la implementación de la nueva ley hipotecaria que entró en vigor el pasado junio.
Los indicadores de oferta también se están desacelerando, si bien todavía crecen por encima del conjunto de la economía.
El valor añadido bruto de la construcción, en términos reales, creció un 2,9% en el año 2019, comparado con un avance del 5,7% un año atrás; sin embargo, creció por encima del conjunto del PIB (2%).
Por su parte, los visados de obra nueva crecieron un 6,6% interanual entre enero y noviembre de 2019, pero muestran una importante desaceleración comparado con un avance del 24,7% en 2018.
El estudio remarca que «no se observan excesos por el lado de la oferta»: el nivel actual de producción de nuevas viviendas, alrededor de 107.000 anuales, se encuentra por debajo de la creación neta de hogares en los últimos 12 meses (120.000 según la EPA) y de la cifra proyectada por el INE para los próximos años (135.000 hogares cada año entre 2019-2025). Mercado Laboral
En el ámbito del mercado laboral, se observa una «ralentización algo más pronunciada», ya que el número de empleados en la construcción según la EPA se estancó en el 4T (+0,3% interanual) y suma sólo 4.000 ocupados más en el último año, mostrando una importante ralentización si se compara con un avance del 11,9% en el 4T 2018 (136.000 ocupados).
En consonancia con una demanda más contenida, el precio de la vivienda también se ha desacelerado en 2019: según la estadística publicada por el Ministerio de Fomento (basada en precios de tasación), el precio de la vivienda creció un 3,2% en 2019, mostrando una clara tendencia a la desaceleración a lo largo del año (del 4,4% interanual en el 1T 2019 al 2,1% interanual en el 4T 2019). El precio de la vivienda del INE también bajó una marcha, pasando de un crecimiento del 6,8% interanual en el primer trimestre de 2019 al 4,7% en el tercer trimestre, aunque las diferencias por comunidades siguen siendo «muy significativas».
«En los próximos meses, prevemos que el precio de la vivienda seguirá desacelerándose, con avances positivos alrededor del 3% en 2020», concluye el informe que defiende la necesidad de que el sector sea sostenible a largo plazo, para así huir de altibajos.