La Asociación de Promotores y Constructores de España (APCEspaña), las Promotoras de Valencia (APROVA) y el comité organizador del cónclave han decidido trasladar la celebración del III Congreso Nacional de Vivienda a los días 20 y 21 de septiembre en el Palacio de Congresos de Valencia.
El aumento del número de contagios debido a la nueva variante de la Covid-19 y la cautela por salvaguardar la salud de los asistentes han sido los dos motivos que han empujado a este cambio de fechas. El congreso estaba previsto que se celebrara el 10 y 11 de febrero en Valencia.
“Por responsabilidad y prudencia hemos decidido aplazar la celebración del congreso prevista para este mes de febrero. El objetivo es alcanzar los 400 asistentes y tal y como está la situación sanitaria hemos considerado que no es el momento de reunir a este número de personas” ha señalado Daniel Cuervo, secretario general de APCEspaña.
Los días 20 y 21 de septiembre son las nuevas fechas elegidas para la celebración del III Congreso Nacional de Vivienda y contará con el mismo formato y ponentes ya anunciados.
El objetivo de esta nueva edición nacional continuará siendo la de definir cuáles son los retos de la sociedad para poder satisfacer el derecho constitucional del acceso a la vivienda y los obstáculos que existen en la actualidad para que las nuevas generaciones accedan a una vivienda digna. Además, se abordarán todas las cuestiones que surjan en los próximos meses a raíz de los “Fondos Europeos de Recuperación” y las nuevas leyes previstas que afectarán al sector de la vivienda.
El congreso contará con la participación de urbanistas, sociólogos, arquitectos, los más destacados miembros de los sectores vinculados al residencial y la administración pública, para reflexionar sobre los nuevos consumidores y las nuevas formas de vivir. El III Congreso Nacional de Vivienda pretende incidir en la importancia capital de la cooperación de los operadores privados con las administraciones públicas. Al mismo tiempo se debatirá sobre la carencia de suelo, las trabas burocráticas y la lentitud en la concesión de licencias, a la falta de un parque de viviendas de alquiler o una revisión amplia de las líneas de actuación que han adoptado otros países para derribar estos obstáculos.